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Because...
martes, 14 de junio de 2011 | 12:02 | 0 star
¿Por qué yo?...¿por qué a mí?...
Porque estoy viva, porque yo también existo. En la debilidad, en la vulnerabilidad, en la incertidumbre, también soy yo. La tristeza es pena, es decepción, es pérdida. La sentimos porque amamos, porque dejamos de ser o de estar, por la diferencia entre el antes y el ahora, por lo que dejamos, por lo que perdemos, por lo que nos arrancan .La ira, el odio, son sentimientos que se exteriorizan, pero la tristeza es intimidad, transcurre en el espacio íntimo y personal, y al igual que ocurre con el miedo, se siente pero es incomunicable. Se vive en soledad, casi siempre en silencio, aislado del mundo, a veces ausente, ensimismado, a veces lloroso, acongojado, y siempre con sufrimiento. La tristeza es el proceso de fin de vida. Está ligada fundamentalmente al deterioro que avanza inexorable, a la soledad no deseada y a la desesperanza. La soledad no deseada es la que llega imperceptiblemente, cuando los amigos se van retirando, cuando los familiares empiezan a dejar de llamar, a reducir el número de visitas o el tiempo que te dedican, incluso las preguntas, hasta dejarlas en un ''¿Qué tal sigues hoy?'' asomando apenas la cabeza por la puerta de la habitación. Es cuando en casa dejan de preguntarte qué hacer, de consultarte tal o cual. Tristeza entonces no tanto por lo que uno plantea, sino por donde te colocan los demás. ¿No deberías mostrarles que sigues siendo tú?¿No deberías hacerte ver y oír entre tanto obstáculo? Así que, si estás seguro/a de que vas hacia este camino, y de que estás en este proceso, para ahora. Uno de los mayores errores del ser humano es que nos gusta deprimirnos. Bueno, en realidad no nos gusta, es algo difícil de explicar. Normalmente, cuando estamos tristes, escuchamos música triste, leemos cosas tristes, e intentamos recordar cosas tristes que hemos vivido. Lo sé, porque yo también lo he hecho. A veces es normal, porque aunque sea una vez al mes, viene bien llorar un poco a escondidas, sólo para vaciar lo que has guardado dentro durante esos días. Creo que hay que elegir un día cada X tiempo y llorar. Expulsar de ti todo aquello que has callado por no hacer daño a quien quieres, todo aquello que te han hecho, dicho, y ha dolido. Todo lo que no has podido decir y duele aún más. El haberlo perdido, el echarle de menos, el recordar su olor, su risa, el leer sus mensajes, la costumbre de buscarle y recordar que no está ahí y la angustia de hacerte la idea de que no volverá. Todo esto son sentimientos y situaciones totalmente normales en la vida. Cosas que te sucederán una y otra vez. Así que, deja de encerrarte en ti mismo, e intenta ver las cosas de otra manera. Haz cosas que te beneficien a ti. Es tu tiempo, tu vida y tu manera de hacer las cosas. Al fin y al cabo, luego a la larga, no se devuelven favores. Elige tu camino y tu forma. Elige tu vida, tu color y tu banda sonora. Sé tu propio protagonista y sé tu narrador. Y si algún día te pierdes, solo tienes que volver por aquí, yo volveré a recordarte que eres tú quien tiene que ser feliz, eres tú quien merece reír y que merece que lo quieran, quien merece ganar y quien merece poder dormir a gusto por las noches. Estoy segura de que muchos de vosotros estáis a punto de empezar a volar. Ánimo.
M.U.
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